REPORTAJE - Cómo Amazon cambió, y pretende cambiar, el negocio de los libros

El anuncio fue potente, Amazon tendría su propia plataforma en español, y lo logró. Muchos lo vieron como una amenaza, otros como un desafío que, de una u otra forma, va a cambiar la industria del libro como la conocemos en la actualidad, y aunque a muchos lectores les entusiasma, siempre hay barreras que detienen la fiesta de algunos, la regulación española, resabios legales, sumados a temas de formato, pueden ser los motivos que nos hagan preguntarnos si vale la pena o no pertenecer al universo por catálogo 

Por Miguel Ángel Patiño y Amanda Gallardo

Solicitar ‘Algo supuestamente divertido que jamás volveré a hacer’ de David Foster Wallace en una librería chilena puede resultar un genuino acto de ingenuidad. No sólo por el hecho de que encontrar literatura del fallecido ensayista y cuentista norteamericano es una tarea difícil, si no porque puedes toparte con la sorpresa de que un pequeño libro puede costarte por sobre los 20 mil pesos, precio que el escuálido bolsillo de un estudiante no soportaría. 

Una opción válida es esperar que algún conocido viaje hasta Argentina, o incluso a España, y te consiga una copia.

La otra opción es encargarlo por Amazon. Llegará en inglés, pero lo conseguirás a un precio justo, además deberás pagar el costo de envío y además tomarte el tiempo de esperar los 15 días hábiles máximo en que debería llegar tu encargo. Que fácilmente pueden transformarse en tres meses.
Pero esta incómoda experiencia al parecer cambiará dentro de poco. El crecimiento de la empresa a nivel mundial ha abierto una serie de posibilidades que parecen prometedoras para los lectores.

Amazon en llamas

En el ‘black Friday’ pasado el Kindle Fire fue el producto más vendido en Amazon, convirtiéndose así también en uno de los productos más codiciados para lo que queda del año, pero ¿de qué se trata este nuevo tablet que apareció en el mercado?

A diferencia de su predecesor, el Amazon Kindle, esta nueva tableta ahora opera con el sistema operativo Android, tan popularizado por los smartphones, y saldrá a pelear directamente con las demás que hoy circulan tan popularmente en el mercado tecnológico. Ahora, el problema, para aquellos románticos del Kindle tradicional, es que precisamente al salir a competir con los demás tablets, se transforma en uno más, por lo que perderá ese aspecto que hacía único al original, aquel que por su pantalla opaca le daba al lector la sensación de estar leyendo un libro real, haciéndole también un favor a la vista de los usuarios.

Pero así como pierde esta característica tradicional, Amazon pretende recompensar a sus clientes, ya que el precio de lanzamiento del Amazon Kindle en 2007 fue de 400 dólares, unos 200 mil pesos chilenos, mientras que el Kindle Fire está en el mercado por 199 dólares, unos 100 mil pesos chilenos, y tal como ha revelado amazon, incluso perdiendo dinero, ya que la producción de cada tableta le cuesta a la empresa norteamericana cerca de 201 dólares. Pero ¿qué trama con esto Amazon? 

El crecimiento de la compañía hacia fuera de Norteamérica, con la apertura de sedes en Europa, hace que el mercado de las ventas se expanda considerablemente. Sin embargo la expansión carecería de sentido si el catalogo de libros asumiera la responsabilidad de esta expansión, complementando y diversificando el idioma de las publicaciones. Sin embargo, el precio del nuevo tablet y la oportunidad de adquirir libros en bajos precios sin duda que significará un duro golpe para la librerías clásicas. Ahí yace la ventaja de Kindle Fire. Si bien Amazon incluso pierde dinero con su producción y venta, con esto pretende ganarle la batalla a las librerías.

Pues si las noticias para los lectores sudamericanos ya parecían favorables, con la apertura de un Amazon en España, Pedro Huerta, director de contenidos del dispositivo Kindle, comentó en una videoconferencia realizada en la Feria del Libro de Santiago de Chile que, en el plazo de 18 meses, Chile, Argentina y Brasil tendrán su propia tienda on line de Amazon.

Esto sin duda que remecerá nuestro mercado. Hasta hoy en nuestro país ver dispositivos de Kindle no es una práctica común debido a la comercialización de éstos mismos, y así como encargar libros, cd’s u dvd’s, resulta engorroso hacer estos encargos, no tan sólo por el tiempo, sino también por la posibilidad de que se queden en aduana.

La apertura de un Amazon en nuestro país no tan sólo impactaría en la grandes librerías, sino también en los hábitos de los consumidores, que volcarían la vista hacia un catálogo on line que nos hará soñar. Pero hasta el momento son sólo promesas.

¿En qué va Chile?

El furor de Internet no sólo hace accesible contenidos e información a nivel global, sino que también abre mercados, mercados que Amazon sabe encontrar. Por lo mismo los editores nacionales tratan de adelantarse al panorama que la compañía de venta de libros en Internet bosqueja entre los lectores latinoamericanos, especialmente en Chile.

Entre las desventajas que ven en la venta por catálogo virtual se encuentran los costos de envío, que podrían superar al total de lo pagado de forma física, y la cantidad de títulos que ofrece una librería normal en comparación a la que ofrecen las plataformas virtuales que aún es mucho menor. Un ejemplo, Libranda sitio que ofrece e-books de las principales editoriales españolas no tiene más de 40 mil títulos, en cambio una librería Santiaguina tiene más de 80 mil a su haber. Pero no sólo eso, además el formato representa una barrera que no siempre es fácil de esquivar. Siguiendo con Libranda, muchos de sus archivos no son compatibles con el Kindle Fire de Amazon, por lo que es necesario recurrir a medios informales para conseguirlo. Esto lo explica Claudio Ruiz, director de la ONG Derechos Digitales, quien también explica otro problema: el Geo Blocking un sistema de bloqueo territorial que permite discriminar usuarios según su origen y que se usa mucho en la distribución de contenidos protegidos por derecho de autor “El geo blocking es un resabio de los viejos contratos editoriales previos a la masificación de internet y de los libros electrónicos".

Y los precios no son un tema menor, como la plataforma es española se debe remitir a ciertos puntos legales de ese país. En el país ibérico es el editor el que decide los precios, que además se mantienen fijos en el tiempo, lo que afecta a la posibilidad de Amazon de captar usuarios con posibles ofertones que caracterizan a la plataforma, esto es lo que defiende Pablo Dittborn, Director de la editorial Random House Mondadori "En España existe el precio fijo. No puedes hacer grandes ofertones, porque si yo, como editor, digo que un libro vale 20 mil pesos, nadie puede venderlo más barato, salvo en un cinco por ciento. Amazon no puede hacer un 30 por ciento de descuento, por ejemplo. En ese sentido, tienen serias limitaciones". Pero hay una barrera para los editores chilenos, el 19% de impuesto a los libros, que es el caballito de batalla para los más contentos con el ingreso de la compañía norteamericana en el mercado virtual y que inserta la pregunta ¿Me conviene realmente pagar por un libro altos precios cuando puedo obtener el mismo sin alguna barrera en los costos?. La pregunta que queda por hacer es ¿Quién ganará la batalla en la “nueva industria del libro”?


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