ENTREVISTA -

PERFIL - BJÖRK: Científica de la música

Björk es una artista que ha forjado su larga carrera en base a la experimentalidad y la incursión, sin complejos, en los más variados estilos musicales desde el año 1977 hasta hoy.

por Juan Pablo Delgado

Islandia, su tierra natal, no es un país típicamente occidental. Su ubicación geográfica y su cultura única con raigambre nórdica, hicieron de ésta isla congelada de no más de 300 mil habitantes, el hogar de una de las artistas más prolíficas e innovadoras de nuestra época.

Y es que desde pequeña se la vislumbraba como artista cuando en esa adolescente búsqueda de identidad formó parte de cuanta banda musical pudo integrar, pasando por estilos musicales como el punk, jazz fusión, pop, bebop y el house, ya teniendo una fuerte influencia del piano clásico (lo estudió 10 años), hasta que irrumpe en la escena musical como solista el año 1993 con su álbum llamado “Debut” del que fueron sencillos éxitos como Venus As A Boy, Violently Happy, Human Behaviour; que causaron gran impacto en los rankings de toda Europa, en especial del Reino Unido, desde donde comenzó a forjar su espacio musical.

A partir de mediados de la década de los noventa su labor creativa aumentó, sacando sus discos “Post” (1995), Telegram (1997), Homogenic (septiembre de 1997), con singles como Pluto, Possibly Maybe, Army of Me e Hyperballad, que hacen concreto lo que busca musicalmente Björk, conciliar, confundir e incomodar con voces e interferencias, mezclas electrónicas y artefactos chocando, a veces crudos sonidos de máquinas que caracterizan ésta parte, al menos, de su trabajo, todo esto sumado al uso de tecnologías de punta para poder llevar a cabo sus videoclips, que son un elemento esencial a la hora de presentar su obra. No por nada trabaja con la colaboración de artistas como Michel Gondry, el fotógrafo Nobuyoshi Araki y el productor y arreglista musical brasileño Eumir Deodato, entre muchos otros colaboradores que ayudan en la producción, diseño de arte y en la coreografía de los personajes de sus videos.Siguiendo con una lógica hasta ahora no vista en su trabajo, Björk lanza en el año 2001 su disco “Vespertine”, con importante presencia vocal en la mayoría de los temas, haciéndose ayudar de coristas islandeses e ingleses.

En el año 2004 lanza su disco “Medúlla” que no contó con una gira promocional, y tres años después verá nacer su disco titulado “Volta” con el que regresa al fuerte apoyo de arreglos de base electrónica y una producción impactada fuertemente por las tecnologías, y es que sus temas Innocence (para el que pidió ideas para el video a sus fans) Declare Independence, dirigido por Gondry, nos llevan nuevamente a ese intento por lo mecánico y su relación con el ser humano. La tecnología puesta al servicio del ser humano o el ser humano al servicio de la tecnología.Especial atención merece el single “Wanderlust” que originalmente está pensado para ser visto en 3D, y que en siete minutos, cuenta una sobrecogedora historia protagonizada por una clase de búfalos que nadan a lo largo de un río tumultuoso con Björk montada sobre ellos.

Para ser honestos Björk comanda la revolución tecnológica en la música hace décadas.El último disco lanzado por ella, “Biophilia” (2011), da cuenta de un entendimiento adelantado de lo que es posible expresar desde un punto de vista visual y estético.

Con la ayuda de un montaje interactivo de videos que reconducen a los singles, Björk lleva a límite de sus capacidades la manera en que el espectador se acerca a la obra de su artista favorito.Desde un I Pad o un I Phone, las personas podrán bajar éstas aplicaciones e interactuar con la canción misma, por lo que se podrá establecer en los conciertos una especie de conexión entre los celulares y el tema que Björk esté interpretando, además de poder jugar con aplicaciones científicas adscritas a cada uno de los temas que tratan los singles del álbum, de manera que el nivel de cercanía con la artista tenga muchas maneras de establecerse.

Con la colaboración de Apple, éste álbum se transforma en el primer disco con formato “app”; el proyecto está bajo el ojo de Gondry y de Björk y cuenta con la colaboración de la NASA y las Agencias Espaciales Europea y Japonesa.Las inquietudes esta vez van hacia el Universo y su inmensidad, sus sonidos y la materialidad de estrellas, átomos y planetas. Los títulos de las canciones, entre los que se cuentan Moon, Thunderbolt, Crystalline, Solstice y Mutual Core, reflejan fenómenos naturales, como el rayo, placas tectónicas, ADN, gravedad, entre otras. Ahora, finalmente la pregunta es la misma para la ciencia que para Björk, ¿Cuál es el límite?

REPORTAJE - Cómo Amazon cambió, y pretende cambiar, el negocio de los libros

El anuncio fue potente, Amazon tendría su propia plataforma en español, y lo logró. Muchos lo vieron como una amenaza, otros como un desafío que, de una u otra forma, va a cambiar la industria del libro como la conocemos en la actualidad, y aunque a muchos lectores les entusiasma, siempre hay barreras que detienen la fiesta de algunos, la regulación española, resabios legales, sumados a temas de formato, pueden ser los motivos que nos hagan preguntarnos si vale la pena o no pertenecer al universo por catálogo 

Por Miguel Ángel Patiño y Amanda Gallardo

Solicitar ‘Algo supuestamente divertido que jamás volveré a hacer’ de David Foster Wallace en una librería chilena puede resultar un genuino acto de ingenuidad. No sólo por el hecho de que encontrar literatura del fallecido ensayista y cuentista norteamericano es una tarea difícil, si no porque puedes toparte con la sorpresa de que un pequeño libro puede costarte por sobre los 20 mil pesos, precio que el escuálido bolsillo de un estudiante no soportaría. 

Una opción válida es esperar que algún conocido viaje hasta Argentina, o incluso a España, y te consiga una copia.

La otra opción es encargarlo por Amazon. Llegará en inglés, pero lo conseguirás a un precio justo, además deberás pagar el costo de envío y además tomarte el tiempo de esperar los 15 días hábiles máximo en que debería llegar tu encargo. Que fácilmente pueden transformarse en tres meses.
Pero esta incómoda experiencia al parecer cambiará dentro de poco. El crecimiento de la empresa a nivel mundial ha abierto una serie de posibilidades que parecen prometedoras para los lectores.

Amazon en llamas

En el ‘black Friday’ pasado el Kindle Fire fue el producto más vendido en Amazon, convirtiéndose así también en uno de los productos más codiciados para lo que queda del año, pero ¿de qué se trata este nuevo tablet que apareció en el mercado?

A diferencia de su predecesor, el Amazon Kindle, esta nueva tableta ahora opera con el sistema operativo Android, tan popularizado por los smartphones, y saldrá a pelear directamente con las demás que hoy circulan tan popularmente en el mercado tecnológico. Ahora, el problema, para aquellos románticos del Kindle tradicional, es que precisamente al salir a competir con los demás tablets, se transforma en uno más, por lo que perderá ese aspecto que hacía único al original, aquel que por su pantalla opaca le daba al lector la sensación de estar leyendo un libro real, haciéndole también un favor a la vista de los usuarios.

Pero así como pierde esta característica tradicional, Amazon pretende recompensar a sus clientes, ya que el precio de lanzamiento del Amazon Kindle en 2007 fue de 400 dólares, unos 200 mil pesos chilenos, mientras que el Kindle Fire está en el mercado por 199 dólares, unos 100 mil pesos chilenos, y tal como ha revelado amazon, incluso perdiendo dinero, ya que la producción de cada tableta le cuesta a la empresa norteamericana cerca de 201 dólares. Pero ¿qué trama con esto Amazon? 

El crecimiento de la compañía hacia fuera de Norteamérica, con la apertura de sedes en Europa, hace que el mercado de las ventas se expanda considerablemente. Sin embargo la expansión carecería de sentido si el catalogo de libros asumiera la responsabilidad de esta expansión, complementando y diversificando el idioma de las publicaciones. Sin embargo, el precio del nuevo tablet y la oportunidad de adquirir libros en bajos precios sin duda que significará un duro golpe para la librerías clásicas. Ahí yace la ventaja de Kindle Fire. Si bien Amazon incluso pierde dinero con su producción y venta, con esto pretende ganarle la batalla a las librerías.

Pues si las noticias para los lectores sudamericanos ya parecían favorables, con la apertura de un Amazon en España, Pedro Huerta, director de contenidos del dispositivo Kindle, comentó en una videoconferencia realizada en la Feria del Libro de Santiago de Chile que, en el plazo de 18 meses, Chile, Argentina y Brasil tendrán su propia tienda on line de Amazon.

Esto sin duda que remecerá nuestro mercado. Hasta hoy en nuestro país ver dispositivos de Kindle no es una práctica común debido a la comercialización de éstos mismos, y así como encargar libros, cd’s u dvd’s, resulta engorroso hacer estos encargos, no tan sólo por el tiempo, sino también por la posibilidad de que se queden en aduana.

La apertura de un Amazon en nuestro país no tan sólo impactaría en la grandes librerías, sino también en los hábitos de los consumidores, que volcarían la vista hacia un catálogo on line que nos hará soñar. Pero hasta el momento son sólo promesas.

¿En qué va Chile?

El furor de Internet no sólo hace accesible contenidos e información a nivel global, sino que también abre mercados, mercados que Amazon sabe encontrar. Por lo mismo los editores nacionales tratan de adelantarse al panorama que la compañía de venta de libros en Internet bosqueja entre los lectores latinoamericanos, especialmente en Chile.

Entre las desventajas que ven en la venta por catálogo virtual se encuentran los costos de envío, que podrían superar al total de lo pagado de forma física, y la cantidad de títulos que ofrece una librería normal en comparación a la que ofrecen las plataformas virtuales que aún es mucho menor. Un ejemplo, Libranda sitio que ofrece e-books de las principales editoriales españolas no tiene más de 40 mil títulos, en cambio una librería Santiaguina tiene más de 80 mil a su haber. Pero no sólo eso, además el formato representa una barrera que no siempre es fácil de esquivar. Siguiendo con Libranda, muchos de sus archivos no son compatibles con el Kindle Fire de Amazon, por lo que es necesario recurrir a medios informales para conseguirlo. Esto lo explica Claudio Ruiz, director de la ONG Derechos Digitales, quien también explica otro problema: el Geo Blocking un sistema de bloqueo territorial que permite discriminar usuarios según su origen y que se usa mucho en la distribución de contenidos protegidos por derecho de autor “El geo blocking es un resabio de los viejos contratos editoriales previos a la masificación de internet y de los libros electrónicos".

Y los precios no son un tema menor, como la plataforma es española se debe remitir a ciertos puntos legales de ese país. En el país ibérico es el editor el que decide los precios, que además se mantienen fijos en el tiempo, lo que afecta a la posibilidad de Amazon de captar usuarios con posibles ofertones que caracterizan a la plataforma, esto es lo que defiende Pablo Dittborn, Director de la editorial Random House Mondadori "En España existe el precio fijo. No puedes hacer grandes ofertones, porque si yo, como editor, digo que un libro vale 20 mil pesos, nadie puede venderlo más barato, salvo en un cinco por ciento. Amazon no puede hacer un 30 por ciento de descuento, por ejemplo. En ese sentido, tienen serias limitaciones". Pero hay una barrera para los editores chilenos, el 19% de impuesto a los libros, que es el caballito de batalla para los más contentos con el ingreso de la compañía norteamericana en el mercado virtual y que inserta la pregunta ¿Me conviene realmente pagar por un libro altos precios cuando puedo obtener el mismo sin alguna barrera en los costos?. La pregunta que queda por hacer es ¿Quién ganará la batalla en la “nueva industria del libro”?


ARTÍCULO - Redes sociales: la cuna para el éxito gratuito

Por Natalia Valdebenito


Actualmente las redes sociales juegan un papel muy importante dentro del proceso comunicativo de algunos grupos sociales; estas plataformas funcionan como nuevas herramientas de difusión, promoción y distribución de diversos contenidos. Desde hace algunos años, se han transformado en uno de los medios de comunicación más utilizado por las personas en el planeta. Constituyen actualmente, uno de los focos que mayor atención reciben dentro del mundo virtual, gracias a la rapidez y entretención que se otorga a los usuarios en sus contenidos.
Si bien, son muchos los focos que se pueden dar a la hora de difundir un contenido, la música es uno de los más exitosos.

Si se analiza el comportamiento de la industria musical de antes, podemos ver que siempre la tecnología es la que ha permitido que ésta llegue a más personas y que crezca en gran medida. Sin embargo, esta industria siempre se ha mostrado temerosa frente a los cambios. En la antigüedad, cuando recién fue inventado el fonógrafo, los líderes de las bandas musicales y orquestas temían, pensaban que las personas no volverían a asistir a sus conciertos. Pero, no sospechaban sus beneficios. Aquellas personas que vivían en lugares apartados o pequeños pueblos, podían adquirir un fonógrafo y escuchar a la banda, transformándose en un nuevo fan, o un potencial consumidor de su música.

De la misma manera ocurrió con la radio. Un grupo musical o banda de jazz, podía actuar frente a mil personas, pero gracias a la radio, esta misma banda podría tocar ante muchas más personas y a la vez generar fanáticos y potenciales consumidores de su música.
Con la llegada del “cassette”, los empresarios discográficos aseguraban que nadie querría comprar discos, que sería el fin de la música. Pero ocurrió lo contrario, si una persona se compraba un disco y se lo grababa a un amigo, éste descubría que le gustaba la música y se convertía en fan que compraría los siguientes álbumes. Como consecuencia, las discografías despegaron tras la aparición del cassette, y vendieron 10 veces más de lo que se vendía antes.

Hoy, con la evolución de la tecnología y la invención de Internet y las redes sociales, la venta de discos ya no es rentable. Internet ha hecho que la música se globalice a tal punto de volverla gratuita. Ello ha perjudicado a los autores de dichas composiciones, porque esa acción de la red, motivó no sólo el libre acceso a sus creaciones sino a la venta ilegal de las canciones: la piratería.

Los beneficios de las redes sociales

A pesar de que muchos no estuvieron de acuerdo y estuvieron en contra de la difusión de la música a través de Internet, por sus principales consecuencias como el descenso en las ventas de discos o la reproducción ilegal de los mismos, las redes sociales ha traído muchos más beneficios a quienes han sabido adaptarse ellas y saber utilizarlas. Los avances tecnológicos han brindado a los músicos un espacio para difundir su música de forma segura, libre y gratuita.

Estos avances, acercan la posibilidad de publicar la música de manera accesible, rompiendo así con el paradigma impuesto anteriormente por los medios de comunicación masiva como la radio o la televisión.
Youtube y Myspace Music han sido el medio de difusión de música de mayor convocatoria. Su plataforma versátil y su gran número de usuarios los ha ayudado a catapultar y dar éxito a la carrera de muchas personas, que hoy ya son artistas.

En la actualidad son varios los casos de éxito musical, alrededor del mundo, que han tomado forma y se han dado a conocer gracias a las diversas plataformas como Youtube y las redes sociales. Ejemplos como La Tigresa del oriente e incluso Justin Bieber, que es uno de los casos más famosos, donde sus videos recibían miles de visitas diarias, sin tener siquiera un sello de respaldo, son hoy figuras musicales gracias a las nuevas plataformas.

Uno de los últimos éxitos de la Web es “Karmin” un dúo de jóvenes de Brooklyn Massachusetts quienes se conocieron en el Berklee College of Music de Boston.
Amy Heidemann y Nick Noonan empezaron a demostrar su talento en Youtube a principios del año 2010 cuando subieron a su primera canción. En su canal, cuentan con varias decenas de covers de canciones de artistas de renombre como Lady Gaga, Katy Perry, Nicky Minaj, Adelle, Kanye West, entre otros, siendo el cover de una canción de Chris Brown llamada Look At Me Now la pieza clave para llevarlos al estrellato.

Hoy, son varios los artistas que prefieren, en vez de vender discos en negocios, publicar sus producciones en plataformas Web, para que sus seguidores se deleiten de un buen material, de buena calidad y seguro. De todas formas, todos salen ganando. El artista gana por el marketing y la difusión que se le otorga a sus canciones, dándole la oportunidad de llegar a muchas otras partes y ser conocido y gustado por muchas más personas. Y los seguidores ganan, al recibir productos confiables y de calidad.

Derechos de autor
Con esta nueva manera de lanzar discos y vender música, también ha evolucionado la manera de proteger las producciones y los derechos de autor. Están las licencias abiertas o copyleft, aquellas en las que el propio autor establece las limitaciones para la reproducción, distribución, difusión y copia de su obra, mediante un contrato propio o bien basado en los contratos pro-forma disponibles en sitios como Creative Commons o Coloriuris, por ejemplo.
Se trata de la autoedición y la gestión autónoma que el creador intelectual hace de sus obras aprovechando el enorme potencial de difusión que tiene Internet.
Se ha generado una nueva forma de entender la retribución a los autores por los derechos derivados de su obra y un nuevo modelo de negocio que beneficia a todas las partes que intervienen, tanto a las redes sociales, como a los músicos y a los usuarios de la Red.



ARTÍCULO - Nuevas Tendencias del cine chileno

por Hernán Shepherd

Las nuevas tecnologías digitales lograron que en pocos años se transformara completamente la escena de producción cinematográfica en Chile, no sólo modificando los precios y las técnicas envueltas en el curso de producción y exhibición de una película, sino también facilitando las producciones de largometrajes digitales de bajo costo. Esto ha permitido que aparezcan nuevos realizadores, temáticas, estilos, formas de producción y circuitos de exhibición a lo largo de todo el país.

Con el arribo del nuevo milenio, a Chile no sólo llegaron aparatos de registro que capturaban imágenes en soporte digital de gran calidad y definición, sino que se logró también un amplio acceso a sistemas de edición y postproducción de imágenes digitales. A su vez, gracias al boom de internet, la difusión de materiales audiovisuales cada vez es más fácil y sencilla, por lo que ahora prácticamente cualquiera es capaz de realizar una película en su propia casa y luego propagarla por las redes sociales en internet.

A la par con el desarrollo y expansión digital, el boom cinematográfico en Chile tras el retorno de la democracia, se modifica o retoma en términos de un nuevo deseo creativo, acentuado por las nuevas tecnologías. En un contexto determinado por el desarrollo de una incipiente industria cinematográfica, la apertura de una serie de escuelas y universidades que imparten el cine, y la gradual instalación de una "cultura" cinematográfica ha permitido que se pueda hablar realmente de un cine hecho por y para todos.

A su vez, el creciente circuito de crítica y análisis de cine, los festivales que incorporan nichos específicos de producción y contenido y, la constitución de un nuevo público diverso que acude y estimula la generación de un “nuevo cine chileno”, ha permitido expandir los horizontes y las posibilidades cinematográficas en nuestro país, muchas veces a la par con el resto del mundo.

Es posible ahora, hacer cine con recursos simples. Cámaras de reducido tamaño, editar en programas convencionales, usar micrófonos artesanales, e incluso improvisar y experimentar en la producción. Ya no es imprescindible ser financiados y recibir gran cantidad de dinero, todo se puede hacer con menos, porque en el proceso es factible el ensayo y error.

Es así que películas como “Que pena tu vida” de Nicolás Lopez o “Metro cuadrado” de Nayra Ilic, han logrado salir del anonimato y ser vistas por gran cantidad de gente. Ser realizadas a un costo ridículo y terminar obteniendo ingresos cuantiosos.

Lo que ha pasado con el cine chileno, es que lentamente, pero a pasos agigantados, se ha democratizado. Acceso, creación, modalidad de trabajo, distribución y público se han transformado en base a nuevas posibilidades, con un cine de bajo costo y abriendo las puertas y la experimentación en lo estético y social. Realmente es un cine de todos


COLUMNA - Copia Certificada: La realidad sin licencias

por Catalina Albert

Que una copia es tan válida, tan buena y tan valiosa como un original. Incluso -si es una buena versión pirata- mejor que un original. Esa es la idea detrás de “Copia Certificada”, la última película del director iraní Abbas Kiarostami, que ganó el Cannes, el premio Akira Kurosawa, el festival de Venecia, el premio Roberto Rosselini y el premio François Truffaut entre varios –muchos- otros. El mismo Kiarostami cuyas películas –todas, menos esta última, filmadas en Irán- llevan los últimos diez años prohibidas en su país natal. 

Ese Kiarostami es el que nos presenta la historia de James Miller (William Shimell), un escritor inglés que, mientras presenta su último libro –también sobre la validez de las copias-, conoce a Elle (Juliette Binoche), una galerista francesa. A medida que avanza la historia –y gracias a unas cuantas casualidades y ayudas- van entrando, medio en broma medio en serio, en la dinámica de un matrimonio. No están casados, nunca lo estuvieron, probablemente nunca lo van a estar; pero actúan como un matrimonio, un matrimonio que pasa por etapas; que pasa del enamoramiento al tedio y vuelven a la reconquista. 

Y es en esa dinámica de matrimonio falso, imaginario, de alguna manera matrimonio en el que aparecen rasgos de uno real. La confianza, la camaradería, las peleas, las recriminaciones. Y la copia se iguala con el original. Es tan real, tan concreto, tan significativo como uno “de verdad”, con sus papeles y firmas, misas, libretas y testigos. 

La copia, gracias al valor que se le da, se convierte en original. 

Y pasa. Pasa con los libros, las películas, los discos. Pasa cada vez que una persona compra un libro en la calle, descarga una discografía, ve una película en internet. Pasa que esa copia –no certificada, por supuesto- se convierte en el primer acercamiento que esa persona tiene con el original, y se convierte en un bien, en una experiencia tan valiosa, que no vale la pena pensar que es falsa. Porque al final lo que importa es lo que causa, no necesariamente su origen. Por eso la piratería es tan buen negocio, por ejemplo. Se hacen miles de copias de material –con un costo mínimo- que luego se venden a precios accesibles para todos, o casi todos. Y la cultura, las artes, se convierten en algo accesible. Se democratizan. Al menos un poco.

“La reproductibilidad técnica de la obra artística modifica la relación de la masa para con el arte”, explica Walter Benjamin –filósofo, escritor y crítico literario alemán, entre muchas otras cosas- en su ensayo “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”. Y es así. Gracias a que las obras de arte –casi cualquiera- puede ser copiada una y otra vez, es que ese material –copiado pero igualmente valioso- puede llegar a las masas. Salir del lugar que por mucho tiempo estuvo: con las élites. 

Y aunque Benjamin escribe desde la politización de los contenidos, desde el uso que tienen estas copias y esta democratización para el fascismo –hay que aclarar, necesariamente, que el ensayo lo escribió el ’35, en un Berlín ya con Hitler como Canciller Imperial. Tiempos difíciles-, no deja de ser aplicable el día de hoy. 

Hoy, cuando las copias son facilísimas de hacer. Hoy, cuando los libros pirateados están a dos mil pesos en la calle. Hoy cuando, mientras en el cine gastas cerca de cinco mil pesos, puedes ver una buena película gratis en tu computador. Cualquiera que tenga internet –o acceso a- puede acceder a todos –o casi todos- los contenidos que quiera, cuando quiera. La tecnología hace cada vez más fácil que prácticamente todo esté al alcance de la mano o un par de tecleos y un movimiento de mouse. 

Y en muchos casos, esa copia es el primer acercamiento con la obra. El primer acercamiento y también la única posibilidad de que ese acercamiento exista. Y lo que provoca en el espectador es lo mismo que provocaría el original. Que sea una falsificación no lo hace menos valioso, porque no tiene ningún peso el origen de lo que se ve. Porque que sea una copia no lo convierte en algo inferior, sino que al contrario, le da un valor agregado: es arte y es accesible. 

Y claro, puede que sea sólo una ilusión de democracia, porque al final los originales siguen estando al alcance de algunos pocos. Es cierto, tal vez sea una democracia de mentiras porque al final lo que se copia y vende no es todo el arte. Es solo un pedazo, una muestra gratis. Pero es algo. Un algo que abre puertas, crea preguntas, genera inquietudes. Un algo que logra que aparezca el interés por ver algo más. 

La democracia pirata es eso, es la ilusión de que podemos tenerlo todo, de que todo está ahí para nosotros, esperando a que lo busquemos, lo leamos, lo escuchemos, lo veamos. Pero ¿no es esa experiencia tan importante como haber visto, leído o escuchado esas obras en su versión original? ¿No es, al final, esa democracia tramposa la única versión a la que tenemos acceso y, por lo tanto, la única versión que significa algo para nosotros? 

Porque esa democratización a medias nos hace vivir en la dinámica de una real y, de a poco, ir creyéndonos el cuento. Pasar de ser un matrimonio falso e imaginario en un matrimonio de verdad.